
La metodología design thinking nació en los años 70 en EE.UU., pero su fama se empezó a extender en 2008 a través de Tim Brown y su consultora IDEO, y con la publicación de Roger Martín de su libro “Design of Business: Why Design Thinking is the Next Competitive Advantage” de 2009.
Design thinking es una metodología colaborativa donde las personas y la creatividad se ponen como foco. Su fin, es solucionar problemas complejos y desestructurados, combinando el pensamiento analítico y creativo.
Además, Design thinking es una metodología iterativa, flexible y ágil, centrada en el prototipado de la solución que demandan los clientes, y experimentación con ellos mismos.
1. Los pilares de la metodología design thinking.
La metodología design thinking combina la innovación emocional (cliente-negocio), con la innovación funcional (cliente-tecnología) y en procesos (negocio-tecnología).
Además, combina a clientes, tecnología y negocio como factores en los que encontrar la innovación IDEAL.
Para poder trabajar con esta metodología debemos trabajar desde todos estos ángulos:
– Comprender y definir el problema.
– Observar a los clientes como se comportan respecto al problema.
– Sintetizar las conclusiones y las posibles soluciones.
– Prototipar la solución y crear un producto mínimo viable.
– Iterar testeando el producto con los clientes, corregir o pivotar a nuevos productos.
– Implementar los cambios a una nueva versión del producto.

2. Los pasos para aplicar la metodología design thinking.
Durante los siguientes 8 pasos, podremos contrastar nuestro modelo de negocio, y así poder validar nuestra propuesta en el mercado.
Paso 1: Zambulléndose en el problema: Utilizando el mapa de empatía o diagrama de cliente, o el mapa del recorrido de cliente por nuestra propuesta de valor.

Paso 2: primer esbozo de la solución, donde estableceremos los beneficios que generan nuestros productos o servicios y como alivian los puntos de dolor de nuestros clientes.
Paso 3: diverger con brainwriting (lluvia de ideas), creando posibles soluciones y alternativas.
Paso 4: Converger puntuando a través de lo que valoran los clientes para definir la solución más adecuada.
Paso 5: Crea tu business model canvas una vez realizado el encaje problema-solución.
Paso 6: Pitcheando, realiza una prospección del mercado para el segmento de clientes que tiene el problema o necesidad, estableciendo los beneficios que la competencia no tiene dentro tu categoría de producto o servicio y que lo hacen diferente.
Paso 7: Cuentame una historia, promocionando tu propuesta con el mensaje correcto.
Paso 8: Presentación de resultados (mide, aprende y corrige).
En el siguiente ejemplo, podemos ver el recorrido del cliente en un restaurante, descomponiendo cada fase o punto crítico del servicio y pudiendo así valorar cuales son las áreas de mejora en cada punto.

3. Conclusiones.
En definitiva, design thinking nos permite desarrollar un producto o servicio que parte desde una necesidad o problema real, trabajando desde la perspectiva del cliente, y testando cada fase en colaboración con el cliente.
De esta forma, podemos utilizar el aprendizaje de una forma ágil para adaptarnos a la demanda de nuestros clientes y ofrecerle la mejor versión del producto o servicio.
Esta metodología incluye el uso del business model canvas, y trabaja de con el aprendizaje validado de la metodología lean startup.
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